Hacia 1949, en pleno florecimiento del movimiento muralista mexicano, apareció en México la primera fábrica de Mosaicos de América, fundada por la familia Perdomo en la Ciudad de Cuernavaca con el objetivo de brindar a artistas y arquitectos la mejor calidad de productos y arte en sus diseños. Hoy en día, más de un centenar de técnicos y mosaicistas de clase mundial trabajan en los estudios de MVM continuando la tradición de excelencia artesanal heredada de los artistas italianos, artesanos y técnicos mexicanos que fundaron esta compañía con el único propósito de materializar la visión personal del cliente.